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¿Cómo va a ser la legalización del cannabis medicinal en España?
Actualizado: 13 ago 2022

El cannabis medicinal está a un paso de aprobarse en España. Lo que no queda aún del todo claro es qué magnitud tendrá y en qué condiciones se podrán beneficiar los pacientes para los que esta sustancia puede estar indicada. Por la experiencia de otros países con larga tradición en su uso terapéutico, como Israel o Canadá, se calcula que en España podrían beneficiarse de su regulación más de 200.000 personas; sobre todo, para paliar dolores crónicos, el uso mayoritario, pero no legalizado todavía.
Esto implica un gran cambio para personas con dolores oncológicos, esclerosis múltiple, ciertos tipos de epilepsia, efectos derivados de la quimioterapia como náuseas o vómitos, endometriosis y otros dolores crónicos, que son los casos para los que se va a legislar su uso.
El Congreso de los Diputados está ultimando un informe para pedir al Ministerio de Sanidad que autorice la comercialización de derivados de la planta; y el Gobierno se comprometió a seguir sus recomendaciones. España se sumaría así a una cuarentena de países (diez en la Unión Europea) donde esto ya sucede.

El borrador del informe solo contempla que se dispense en farmacia hospitalaria, ya sea con fórmulas magistrales o, preferentemente, medicamentos industriales que ya existen, pero que no están aprobados en España. De ahí, parece descartada la autorización a la inhalación de la flor, aunque es algo que no queda del todo claro. Es un método que vaporiza la sustancia a una temperatura menor que la combustión (lo que sería fumar, que está completamente descartado) y puede proporcionar un alivio casi inmediato del dolor, lo que se conoce como una dosis de rescate.
Tanto para la esclerosis como para la epilepsia ya hay dos medicamentos derivados del cannabis en el mercado español. La principal novedad y el público diana más numeroso serán los pacientes que sufren dolor crónico, que se calcula que afecta a ocho millones de personas. De ellas, casi 1,5 millones no tienen un tratamiento que les alivie, lo que les convertiría en potenciales beneficiarios. Pero los requisitos para acceder a estos medicamentos, que tienen que estudiarse en cada paciente, lo reducen a un porcentaje menor de la población. En Israel y Canadá lo usan entre un 0,6% y un 0,7% de sus habitantes, lo que llevado a España se quedaría en más de 200.000 personas. En Alemania, que reguló el cannabis medicinal en 2017, lo consumen 128.000 personas al año, pero más de un millón tendrán acceso a estos fármacos en 2024.

Medicamentos con cannabinoides legales hasta ahora
Actualmente existen 2 fármacos legales en España derivados del cannabis. Son el Sativex y Epidiolex y su uso se reduce a hospitales. Como explican desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, se autorizan en enfermedades muy concretas (esclerosis múltiple y algunas formas de epilepsia, respectivamente), y se usan fundamentalmente como tratamientos complementarios y cuando fallan otras terapias.

Sativex es una mezcla oral en proporciones iguales de THC y CBD. Desde la medicina se ha usado en otras indicaciones fuera de ficha técnica con seguimiento y estricto control médico y farmacéutic.
Democratización del acceso para pacientes
La nueva legislación que está por llegar abre así 2 nuevas vías. Por un lado, da lugar a la creación de nuevos medicamentos y, por otro, los acerca tanto a las farmacias como a la Atención Primaria. De este modo, un médico de cabecera podría recetar fármacos con derivados del cannabis si así lo considera.

Y es que uno de los problemas hasta ahora era esa limitación que obliga al paciente a tener que acudir al hospital. “Planteamos que se trabaje en la plena accesibilidad a los tratamientos autorizados con garantías sanitarias. Y para ello, la dispensación por los farmacéuticos en farmacias, tanto hospitalarias como comunitarias, es la herramienta que lo puede asegurar”, señala Antonio Blanes, director de los Servicios Farmacéuticos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos.
La red de farmacias está formada por más de 22.000 locales que cubren todo el territorio nacional, lo que juega en favor de la equidad para pacientes que viven lejos de núcleos urbanos y para los cuales el desplazamiento hospitalario supone una inversión de recursos.
Diferenciación de términos
El espectro de patologías en las que aplicar el medicamento no se amplía mucho dado que, según los expertos, en otras dolencias no se ha visto que tenga una eficacia significativa estadísticamente. Eduardo Satué, Vicepresidente de Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria, insiste en diferenciar términos. “Hay pacientes que se pueden beneficiar de este tratamiento basándonos en unas dosis definidas y un consumo oral. La marihuana inhalada no mejora y está visto que el consumo debe ser oral. Con las dosis definidas es bastante seguro y da poca reacciones adversas, pero lógicamente esto tiene que estar sujeto a un control sanitario y desde la farmacia comunitaria estamos convencidos de que vamos a poder gestionar ese control”.

El precio
El precio que tendrán en mercado está aún por determinar y dependerá, en gran medida, de la composición del medicamento y los acuerdos a los que llegue el Ministerio de Sanidad con los laboratorios. Sin embargo, Satué apunta que hasta ahora el precio de Sativex y Epidiolex no ha sido “especialmente caro”, teniendo en cuenta de que se trataba de fármacos hospitalarios y rondaba los 200 euros.

¿El primer paso para una legalización más amplia?
Desde la empresa entienden que ha costado mucho tiempo que los partidos se pongan de acuerdo para dar estos pasos, pero confían que en el futuro la ley vaya más allá. “En Canadá la ley al principio legalizaba para problemas como ansiedad, estrés y problemas de sueño. Aquí se ha comenzado con problemas que el gobierno considera mucho más graves como primer paso. Se han reunido con profesionales a nivel internacional y han sacado estas conclusiones. Pero seguirán estudiando porque la postura era que no tenían certeza de que el uso del cannabis pudiera ayudar a determinadas patologías. Ahora ya tienen certeza de que ayudan a esas y progresivamente tendrán más estudios y podrá llegar a más patologías”.

En este sentido defienden los beneficios de recaudar impuestos, y es que de esta forma, en países como Canadá recaudan 1.700 millones de euros al año.
Otra de las incógnitas que quedan por resolverse es el papel que quedará para los clubes y el movimiento asociativo, eje sobre el que se articuló el movimiento cannábico (y que ha sido tomado como referencia por otros países) hasta la aparición de los lobbies, con un carácter más marcadamente político. han pedido que se tengan en cuenta en las políticas públicas las peculiaridades del caso español, como la gran difusión del autocultivo y los clubes sociales de cannabis.